27/6/11

Él

Hay una raza de hombres inadaptados
una raza que no puede detenerse
hombres que destrozan el corazón a quien se les acerca
y vagan por el mundo a su antojo...
Recorren los campos y remontan los ríos
escalan las cimas más altas de las montañas;
Llevan en sí la maldición de la sangre gitana
y no saben cómo descansar.
Si siguieran siempre en el mismo camino
llegarían muy lejos;
son fuertes, valientes y sinceros.
Pero siempre se cansan de las cosas que ya están,
y quieren lo extraño, lo nuevo, siempre.

Walter Benton.

24/6/11

Anaïs Nin...

"Existe mi amor abnegado, profundo, por Henry, pero ya puede transmutarse facilmente en otro amor. Percibo su terminación, como percibo también que el amor de Henry por mí terminará cuando él sea suficientemente fuerte para arreglarselas sin mí"

"Deseo que el hombre que amé hubiera sido diferente. Eso no es amor sino egoísmo. Es la señal de que el amor ha muerto"

"Si no tuviera sentimientos podría convertirme en la mujer más inteligente del mundo"

"¿Por qué siempre me entrego a los que son incapaces de amar? Porque soporto demasiado dentro de mí. Es mi último gemido"

"Apenas quiere algo, siento ganas de dedicar mi vida entera a conseguírselo"

"En ningún otro lugar encuentro esta magia, este presente hermoso, pleno. Juntos, el momento se vuelve infinito"

"No sé de donde sale la inagotable tolerancia que demuestro a Henry. ¿Por qué no puedo enojarme contigo por más de un día?. Yo sabía que no estaba enojada, que comprendia demasiado a Henry como para enfadarme con él...Apenas apareció en la puerta, supe que siempre lo perdonaría, siempre"

"Hasta que Henry me lastime o me traicione, soy suya: he tratado tantas veces de liberarme"

Anaïs Nin habla por mí....

22/6/11

Al hueso...

y como cuando ando con la tontera me cuesta verbalizar y me pongo estupida; este video resumen perfectamente todo lo que he sentido en estos últimos meses...

GNARLS BARKLEY - WHO'S GONNA SAVE MY SOUL from David Main on Vimeo.

El último tiempo...

De a poco, de a poquito, estoy sacando todo, he verbalizado de todas las formas posibles lo que siento o lo que pienso....a veces me cuesta mucho, porque no se bien como decir las cosas, y a veces termino puteando a la gente que me quiere escuchar por culpa de mi pena y mis tonteras....
Es que ha sido dificil, por todo....a veces siento que a pesar de que converso con mi gente y les cuento mis cosas, me falta contarselas a él y tengo como un millón de cosas que contarle y he visto un montón de tonteras que se que le podrian interesar y ahí quedan, se van acumulando dentro de mi y eso mismo me estaba haciendo reventar por dentro...mi cuerpo, como dice una amiga por ahí, comenzo a somatizar de a poco, la pena paso a rabia, paso a decepción y se convirtió en nostalgia y en maldita melancolía, y puta que cuesta sacarsela de encima, más aún cuando se coincide en el mismo lugar y practicamente no se cruzan palabras o cuando viendo un simple programa de tv muestran un lugar donde estuviste, donde estuvieron y comienza mi cabezota a trabajar....y al final no me encuentro, no me escucho y trato de no pensar más y me arranco, salgo, me borro y ahí es cuando todo se vuelve confuso y estúpido....destructivo y autodestructivo.
me acuerdo de Cassie de Skins y su diálogo con Chris:

Cassie: ¿Sabes que es lo mas doloroso de que te rompan el corazón?..No acordarte de como te sentias antes...Intenta guardar ese sentimiento, porque si desaparece, nunca lo recuperarás.

Chris: ¿Qué pasa entonces?

Cassie: Luego destruyes el mundo...y todo lo que hay en el.


11/6/11

Algo que quedo...

solo vi la primera temporada, después uno que otro capitulo suelto en el cable; pero casi por obligación, empece a ver la septima temporada y esta canción ha sido una de las buenas cosas de la serie, básicamente porque tradujo algo que pienso o pensaba, ya no lo se....

Parte de su letra dice:

All of these lines across my face
Tell you the story of who I am
So many stories of where I've been
And how I got to where I am
But these stories don't mean anything
When you've got no one to tell them to
It's true...I was made for you

I climbed across the mountain tops
Swam all across the ocean blue
I crossed all the lines and I broke all the rules
But baby I broke them all for you
Because even when I was flat broke
You made me feel like a million bucks
Yeah you do and I was made for you


9/6/11

Sal con una chica que no lee...como ahora

Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.


Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.

Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.

Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.

Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato.

Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.

Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.

No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.


Charles Warnke